Tras
la Cumbre de Río+20, y teniendo en cuenta que se celebrará la Copa del Mundo de
Fútbol de 2014, hay que fijarse en la ciudad brasileña para averiguar si
realmente el deporte tiene en cuenta el medio ambiente.
La
Fédération International de Football Association (FIFA) empieza a incorporar el
término de sostenibilidad, es decir, satisfacer las necesidades actuales sin
comprometer la capacidad de las futuras generaciones de hacer lo propio. La
Copa Mundial de la FIFA es la competición deportiva más importante del mundo, y
su impacto, tanto en la sociedad como en el medio ambiente, es indiscutible.
Albergar un certamen de talla mundial como este requiere un minucioso análisis
de todos los factores para garantizar un enfoque equilibrado y un resultado
sostenible.
Por su gran alcance y repercusión, la Copa Mundial de la FIFA también ofrece una plataforma única para sacar a la luz y centrar la atención pública a escala planetaria en asuntos específicos de trasfondo medioambiental.
Con el objetivo específico de organizar un certamen sostenible, y con mayor trasfondo para contribuir a la construcción de un futuro de mayor calidad, se elaborarán memorias de sostenibilidad, así mismo, se afrontarán problemas sociales de la población con la ayuda del fútbol mediante financiación y expertos a través de la iniciativa Football for Hope, se formará a un equipo de voluntarios para el evento, además, se intercambiarán ideas sobre el uso eficiente del fútbol como instrumento para abordar problemas sociales. Así mismo, los estadios brasileños prevén logar la certificación LEED de edificios sostenibles. Por otro lado, se controlará la gestión y el depósito de residuos, fomentando el reciclaje en colaboración con cooperativas del lugar. Por último, se hará hincapié en el cambio climático como problema urgente de nuestro tiempo, con ello se calculará la huella de carbono del torneo y adoptarán medidas para evitar, reducir y compensar emisiones.
Por su gran alcance y repercusión, la Copa Mundial de la FIFA también ofrece una plataforma única para sacar a la luz y centrar la atención pública a escala planetaria en asuntos específicos de trasfondo medioambiental.
Con el objetivo específico de organizar un certamen sostenible, y con mayor trasfondo para contribuir a la construcción de un futuro de mayor calidad, se elaborarán memorias de sostenibilidad, así mismo, se afrontarán problemas sociales de la población con la ayuda del fútbol mediante financiación y expertos a través de la iniciativa Football for Hope, se formará a un equipo de voluntarios para el evento, además, se intercambiarán ideas sobre el uso eficiente del fútbol como instrumento para abordar problemas sociales. Así mismo, los estadios brasileños prevén logar la certificación LEED de edificios sostenibles. Por otro lado, se controlará la gestión y el depósito de residuos, fomentando el reciclaje en colaboración con cooperativas del lugar. Por último, se hará hincapié en el cambio climático como problema urgente de nuestro tiempo, con ello se calculará la huella de carbono del torneo y adoptarán medidas para evitar, reducir y compensar emisiones.