miércoles, 6 de marzo de 2013

Compatibilidad deportiva y medioambiente.


Tras la Cumbre de Río+20, y teniendo en cuenta que se celebrará la Copa del Mundo de Fútbol de 2014, hay que fijarse en la ciudad brasileña para averiguar si realmente el deporte tiene en cuenta el medio ambiente.

La Fédération International de Football Association (FIFA) empieza a incorporar el término de sostenibilidad, es decir, satisfacer las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de hacer lo propio. La Copa Mundial de la FIFA es la competición deportiva más importante del mundo, y su impacto, tanto en la sociedad como en el medio ambiente, es indiscutible. Albergar un certamen de talla mundial como este requiere un minucioso análisis de todos los factores para garantizar un enfoque equilibrado y un resultado sostenible.

Por su gran alcance y repercusión, la Copa Mundial de la FIFA también ofrece una plataforma única para sacar a la luz y centrar la atención pública a escala planetaria en asuntos específicos de trasfondo medioambiental.


Con el objetivo específico de organizar un certamen sostenible, y con mayor trasfondo para contribuir a la construcción de un futuro de mayor calidad, se elaborarán memorias de sostenibilidad, así mismo, se afrontarán problemas sociales de la población con la ayuda del fútbol mediante financiación y expertos a través de la iniciativa Football for Hope, se formará a un equipo de voluntarios para el evento, además, se intercambiarán ideas sobre el uso eficiente del fútbol como instrumento para abordar problemas sociales. Así mismo, los estadios brasileños prevén logar la certificación LEED de edificios sostenibles. Por otro lado, se controlará la gestión y el depósito de residuos, fomentando el reciclaje en colaboración con cooperativas del lugar. Por último, se hará hincapié en el cambio climático como problema urgente de nuestro tiempo, con ello se calculará la huella de carbono del torneo y adoptarán medidas para evitar, reducir y compensar emisiones.


jueves, 14 de febrero de 2013

Evita errores en el reciclaje.


Plástico, envases desechables, cristal, cartones, vidrio… vestirse, comer o asearse son procesos que generan basura. No por ser ambientólogo uno tiene conocimientos absolutos sobre cualquier tema de medio ambiente, pero hay cuestiones que, sin embargo, se pueden responder y que supongo, son consideradas obvias. El ejemplo clásico de esta situación es el reciclaje.

Todos sabemos el destino final de cada residuo, pero se plantean dudas acerca de algunos residuos específicos que deben tratarse de modo diferente. ¿Qué hacemos con un cartón de pizza manchado de grasa?, ¿una ventana rota se deposita en el contenedor de vidrio? 

Si nos centramos en primer lugar en el contenedor de papel y cartón, el cartón de pizza impregnado de grasa se deposita en el contenedor orgánico, el de basura normal. Dentro del proceso de reciclaje, si a la pasta de papel se le añaden sustancias grasas, se forma una capa sobre ella imposible de separar de las fibras de celulosa, contaminando el proceso entero. Esto es válido para servilletas y demás artículos de papel manchados, van directos al contenedor orgánico, donde serán debidamente gestionados. 
Por otro lado, cuando hablamos de revistas con grapas, es conveniente quitárselas antes de reciclar el papel de revista pues entorpece el proceso de reciclaje.

Si nos centramos en el vidrio y el cristal, conceptos relativamente confusos en lo que a vida posterior se refiere. ¿Se recicla un vaso roto? Y ¿una botella de cerveza? ¿Qué hacemos con los tarros de mermelada? Pues bien, mi primera respuesta la direcciono en otro sentido, la mejor opción es volverlos a usar ya que el ahorro es doble: medioambiental y económico. Si no te convence la idea, es indispensable diferenciar el vidrio del cristal. En el contenedor de vidrio van: botellas (cerveza, vino, agua, licores, refrescos, zumos…), así como  los botes de perfume, tarros para alimentos (mermeladas, miel, aceitunas, etc.) además de los recipientes de cosméticos.
El cristal, en el que se engloban vasos, trozos de ventanas, espejos, bombillas y todo lo que se asemeje, va al orgánico. Aunque existen excepciones, como los tubos fluorescentes, los termómetros o las bombillas de bajo consumo, así como los cristales grandes si son peligrosos (espejos, ventanas, mesas…) que deben depositarse en un punto limpio.


Por último reitero que lo más importante es poner en uso la regla de las tres erres: REusa, REduce y REcicla. En este último caso, la separación correcta de envases es muy importante, ya que los distintos materiales requieren también procesos de reciclaje diferentes.

¿Tenéis alguna duda sobre reciclaje? Estamos a vuestra disposición.





lunes, 11 de febrero de 2013

El “Fracking” sondea a Murcia.

Fundamentalmente, el “fracking” es la extracción de gas natural atrapado en el subsuelo mediante la fracturación de la roca madre. Un método polémico con término anglosajón para referirse a la técnica de fracturación hidráulica para la extracción de hidrocarburos mediante agua, arena y una serie de aditivos químicos inyectados a gran presión hasta un nivel vertical de unos 5000 metros bajo suelo. Provocando que la roca se fracture y el gas se libere ascendiendo a la superficie a través de un pozo.



Una empresa radicada en Madrid, ha pedido autorización a la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia para hacer prospecciones en Moratalla y Calasparra, donde cree que existen grandes yacimientos de gas natural.

En Estados Unidos hay actualmente una fiebre del “fracking” con un incondicional apoyo del presidente, siempre que se cumplan todas las garantías ambientales, donde el dueño de una parcela es también propietario de los recursos del subsuelo, lo que posibilita un negocio relativamente fácil y rápido. En Europa al contrario, el “fracking” está prohibido o bien sujeto a moratorias, aunque un informe encargado por la CE no considera necesaria una regulación específica para este sistema de extracción no convencional y deja las manos libres a los países miembros.

En la Comunidad Autónoma son conscientes del rechazo social que el “fracking” está levantando en Andalucía y la Comunidad Valenciana, y en provincias como Burgos, Palencia y Álava. La posibilidad de que existan grandes bolsas de gas en el subsuelo del Noroeste Murciano se ve como una cierta oportunidad para la comarca. Entre los problemas que causa el "fracking" al entorno de las explotaciones donde se emplea esta técnica podemos destacar: la contaminación del aire, del suelo al cerrar los pozos y las aguas superficiales y subterráneas, las afecciones a la salud humana, las alteraciones del paisaje y el terreno, así como el riesgo sísmico.